creer sus palabras, mientras ceguemos, o mejor dicho, saquemos los ojos de la razón.17 Muchas, pero muchas objeciones han sido interpuestas para oponerse a la inerrancia e infalibilidad de la Escritura. No hay espacio en un libro de este tamaño para tratarlas todas. Algunas apuntan a los diferentes estilos de los distintos escritores de la Escritura. Pero el Señor inspiró cada palabra del texto original de tal forma que hizo uso de los diferentes estilos y vocabularios
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